El club del pie grande tiene la palabra

El miércoles de la semana pasada, en el programa radial del Negro Oro, se habló de una nueva modalidad de operación quirúrgica. La de las mujeres que porque les gusta usar los zapatos bien en punta, deciden operarse los pies y sacarse el dedo pequeño, solo para que sus pies puedan entrar en el calzado de punta tan filosa que tanto les gusta usar. ¿No saben estas mujeres que la punta del zapato muy fino tiene un centimetro inutilizado y que para que nos queden cómodos ese tipo de zapatos, es necesario comprarse un número más?

¿Se imaginan a este tipo de mujeres caminando por la playa con lindisimas ojotas, dedos impecablemente arreglados y hasta tal vez decorados...y mutilados?

¿Se las imaginan ante una situación sensual y/o erótica, quitándose ante un hombre levemente la ropa y descalzándose.. y que opinarán esos hombres que las acompañan y que en un intento de besar o acariciar sus pies.. se los encuentran mutilados? ¿Se imaginan sus caras cuando inocentemente ellas les dicen... sólo me corté un dedito, pequeñito él, para poderme poner esos zapatos que están tan de moda?

¿No dirán ellos más cerca de la razón que de la locura de la situación, que están frente a una completa chiflada? ¿No saldrán despavoridos, alejándose de la situación y de la persona en cuestión? ¿No verán más allá y comenzarán a observar a la persona desequilibrada que están frente a ellos, en vez de ver a la persona altamente estética que la chica en cuestión pretende ser?

Qué, estamos en el mundo del revés, donde las modelos mueren de anorexia, las adolescente se hacen bulimicas para vomitar lo que comen, y las chicas que calzan mas de 40 y que no consiguen zapatos de su talle optan por amputarse los dedos.

¿Y que queda de calificativo para estos médicos, especializados en medicina estética...que pueden hacer algo tan antiestético sólo por dinero?

Si nos tienen que cortar un pie para salvarnos la salud.. es doloroso, pero es aceptable. Me pregunto que pensará un lisiado de una pierna, que debe haber llorado y mucho si la perdió en un accidente, cuando le hablan de una mujer que se deja cortar parte de su pierna sólo, unica y exclusivamente, para poder calzarse un estilo de zapato que le gusta mucho y que no sabe que su solución es simplemente, comprarse un talle más. Claro, si calza 40…el talle más no existe y eso puede traducirse en una enorme frustración y hasta complejo para muchas mujeres.

Al Club del Pie Grande, de cada 10 mails que recibimos, 7 son de chicas de 14, 15 y 16 años que calzan 43. La nueva raza viene grande. Grande de altura, grande de volumen, con largos centímetros de mangas, de botamangas en los largos de los pantalones…y de talle de pie.

Hace un año formé una red de ayuda para personas con pie grande. Al dia de la fecha ya han escrito y hemos hecho contacto más de 650 personas que calzamos más del standar común del mercado. Mujeres que calzan 40.5, 41, 41.5, 42, 43 y hasta 44. Mujeres que no son deformes, sólo muy altas en su mayoría, y cada vez chicas más jóvenes que por haber usado y abusado de las muy de moda zapatillas de lona, han crecido sin un pie con contención...algo que les ha hecho crecer el pie. Detrás de cada persona que hace contacto hay una familia con el mismo inconveniente. O sea, esta cifra hay que multiplicarla al menos por 3, por familia, y por región. La función de la red es solidaria, brindamos información y notificamos a nuestros socios, la mayoría de las veces desesperados por no tener con que calzarse, sobre todos los negocios en Buenos Aires que sí trabajan con números grandes.

EL CLUB DEL PIE GRANDE ya tiene redes independientes en España, Francia, Italia y varios paises de Latinoamérica....todo esto en sólo un año.

También escriben hombres que calzan 46, 47 y hasta 52. Hombres muy altos, muchos deportistas, jugadores de basket, chicos de 16 años que calzan 52 y que miden más de 2 metros. Tienen una base sólida donde apoyar su altura. ¿Alguien se imagina a una persona que supera el 1.80 calzando 35? ¿O se imaginan a alguna de esas personas cortándose los dedos de los pies sólo para poder conseguir con que calzarse? ¿No es más lógico, más económico, más sano y menos doloroso, simplemente, conseguir que alguien nos haga los zapatos que necesitamos?

Es esta la nueva realidad; de una Argentina que le sigue temiendo a los talles grandes.
Hay gente de talles grandes y gente que usa zapatos grandes, y que no encuentra ni talla ni talle donde vestirse o calzarse adecuadamente, y que cuando lo hace, paga por ello unos precios injustos. Es toda una frustración. Pero también es una realidad que vale la pena tratarla con seriedad, precisamente, para que cirujanos inescrupulosos no vayan persiguiéndonos por la calle con la intención u obsesión de querer amputarnos los dedos de los pies y hacernos a la fuerza nuestros pies más pequeños.

Ya va siendo hora de sacar una ley también que defienda el tema del talle del calzado tanto como el de la ropa. lo normal es que una mujer o un hombre que miden más de 1.75, calcen más de 40. Los pantalones podemos y hasta queremos llevarlos más cortos. Pero por favor, que nadie pretenda cortarnos los dedos. Es más lógico y más humano que los fabricantes comiencen a fabricarnos las tallas reales que necesitamos.

Inmaculada Ruiz Santana
Fundadora del CLUB DEL PIE GRANDE ARGENTINA